1 – DEMASIADO LEJÍA
La lejía hace que la ropa sea menos duradera. Primero debes seguir este consejo de la abuela: hierve la ropa en una cacerola grande con unas gotas de limón.
Si pone demasiado detergente, su ropa se enjuagará mal y puede dañarse y tener manchas. El detergente puede atascarse en su máquina y el sello se pudrirá.
Es mejor poner menos, el agua y el detergente podrán hacer su trabajo de lavado y aclarado, la ropa se removerá correctamente.
4 – NO LIMPIAR TU LAVADORA
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