500 g de carne picada: Puede ser de res, cerdo, o una mezcla de ambas, según tu preferencia. La carne picada es la base del plato, aportando el sabor principal y la proteína necesaria.
4 patatas medianas: Las patatas son el acompañamiento perfecto, aportando una textura suave y un sabor neutro que absorbe bien los condimentos.
1 cebolla grande: La cebolla añade un sabor dulce y profundo al plato, complementando perfectamente la carne.
2 dientes de ajo: El ajo aporta un sabor y aroma inconfundible, realzando los sabores de la carne y las patatas.
1 pimiento verde: El pimiento verde añade un toque de frescura y un ligero amargor que equilibra el plato.
2 cucharadas de aceite de oliva: Ideal para freír la carne y las verduras, añadiendo un sabor suave y manteniendo la jugosidad.
1 cucharadita de pimentón: El pimentón da un color y sabor ahumado que eleva el plato a otro nivel.
Sal y pimienta al gusto: Para sazonar y realzar todos los sabores.
½ taza de caldo de carne: Aporta humedad y sabor a la carne y las patatas, haciendo que el plato sea más jugoso.
Perejil fresco picado: Para decorar y añadir un toque de frescura al final.
