-Sumerja las rejillas en el fregadero o en un recipiente grande que llene con agua caliente y jabón para platos. El jabón líquido de Marsella también puede ser efectivo;
-Deje actuar la solución de 10 a 15 minutos antes de frotar con una esponja para quitar la grasa;
-Luego use bicarbonato de sodio para una mayor eficiencia. Para ello, espolvorea el bicarbonato de sodio sobre una esponja rugosa humedecida y frota las rejillas para eliminar todo rastro de grasa, gracias a la acción abrasiva del polvo blanco;
-Enjuague las rejillas y séquelas cuidadosamente con un paño de microfibra antes de volver a colocarlas.
Vinagre blanco para limpiar rejillas muy sucias
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