Los tomates son la estrella que dará vida a tu ensalada. Lávalos bien y córtalos en gajos. Puedes elegir entre diferentes variedades como el tomate cherry, que añade un toque dulce, o los tradicionales tomates rojos, ricos en sabor. Y no olvides la manzana: ella no solo aporta frescura, sino también un crujido que contrasta maravillosamente con los demás ingredientes. Cortala en rebanadas finas para que se mezclen facilmente en la ensalada.
No olvides el cebollín; este ingrediente hará maravillas para potenciar los sabores. Corta finamente el cebollín y déjalo a un lado para añadirlo al final, justo antes de servir. Este pequeño toque final hará que tu ensalada se vea aún más colorida y deliciosa.
Ahora pasamos al aderezo, que es esencial para unir todos los sabores de la ensalada. En un bol pequeño, mezcla el yogurt natural, la mostaza y la mayonesa ligera. Remueve bien hasta obtener una mezcla homogénea. Luego, exprime el jugo de una naranja fresca y añade la ralladura de limón para un toque cítrico y fresco que equilibrará el sabor del yogurt. El jengibre rallado no solo añade un sabor distintivo, sino que también aporta beneficios digestivos. Finalmente, incorpora el aceite de oliva para darle una suavidad y ligereza a la mezcla.