Este tipo de receta es perfecta para esos días en los que te apetece algo dulce pero no quieres pasar horas en la cocina o lidiar con procedimientos complicados. Además, es tan versátil que puedes personalizarlo a tu gusto, añadiendo tus toppings favoritos o incluso variando los sabores. Lo mejor de todo es que los ingredientes son tan comunes que probablemente ya los tengas en casa. Así que no tienes que hacer largas listas de compras o buscar ingredientes exóticos.
Si eres de los que disfruta compartiendo postres con amigos y familiares, este es el postre perfecto para sorprenderlos sin esfuerzo. Incluso los niños pueden participar en su preparación, ya que es muy sencillo y divertido de hacer. Y, por supuesto, es ideal para cuando tienes antojo de algo frío y dulce.