Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
Engrasa y enharina un molde redondo de 9 pulgadas para evitar que el pastel se pegue.
2. Mezclar los ingredientes húmedos:
En un tazón grande, agrega la mantequilla a temperatura ambiente y el azúcar granulada.
Bate la mezcla con una batidora eléctrica durante 3-5 minutos o hasta obtener una mezcla suave y esponjosa. La textura debe ser cremosa.
Añade el extracto de vainilla.
Incorpora los huevos, uno a la vez, batiendo bien después de cada adición para asegurarte de que se mezclen completamente.
3. Preparar los ingredientes secos:
En un recipiente aparte, mezcla los ingredientes secos: harina blanca, polvo para hornear y sal.
Asegúrate de que los ingredientes estén bien combinados para evitar grumos.
4. Incorporar los ingredientes:
Agrega la leche a la mezcla de mantequilla y azúcar.
Poco a poco, incorpora los ingredientes secos a la mezcla húmeda.
Añade la harina en partes, batiendo a baja velocidad después de cada adición, hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Evita batir en exceso para mantener la suavidad
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Pastel Clásico de Mantequilla
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