En una licuadora o procesador de alimentos, agrega la leche en polvo, el azúcar, la mantequilla y el agua caliente. Mezcla bien hasta obtener la consistencia deseada. Si la mezcla es muy espesa, añade un poco más de agua.
Vierte la leche condensada en un frasco hermético y guárdala en el refrigerador.
Es perfecta para preparar helados y muchas otras recetas.
¡Buen provecho!
Segunda forma: sin leche en polvo
Ingredientes:
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