textura más firme.
Sazonar (opcional): Si quieres, puedes añadir una pizca de sal al queso para sazonarlo. Mezcla bien.
Transfiera el queso: Una vez que el queso haya alcanzado la consistencia deseada, transfiéralo a un recipiente limpio y hermético. Guárdelo en el frigorífico.
Su queso casero está listo para disfrutar. Puede utilizarlo como si fuera requesón o queso fresco en sus recetas favoritas. Está delicioso con pan, ensaladas o fruta.
vedere il seguito alla pagina successiva