La comida y los productos que envían los padres son bastante placenteros, independientemente de cómo lleguen: en autobús, minibús o tren.
Sin embargo, como descubrió a las malas el estudiante del caso anterior, a veces los padres pueden ser bromistas.
Acababa de llegar a Bucarest para su primer año de universidad y se mudó a la residencia universitaria.
Cuando llamó por teléfono, sus padres le dijeron que le llevarían un regalo. El joven se apresuró a regresar a su dormitorio después de llegar a la estación de tren y recoger un gran paquete. Sin embargo, se sorprendió cuando lo abrió. No había comida dentro, solo envoltorios y basura. Aunque al principio estaba confundido sobre lo que estaba sucediendo, el niño descubrió un mensaje que lo aclaraba todo.
