Pan
La base de este plato es, por supuesto, el pan. Para obtener los mejores resultados, deberá utilizar un pan blanco cortado en rebanadas gruesas que pueda sostenerse por sí solo bajo el peso de todos los ingredientes. El pan tostado Texas Toast es ideal para esta receta y, a menudo, puede encontrarlo en la sección de congelados de su supermercado local. Es grueso, sustancioso y perfecto para absorber toda la bondad de la mantequilla y el queso. Sin embargo, si está buscando algo con un poco más de sabor, la masa madre también es una excelente opción. El pan debe ser lo suficientemente resistente para soportar los ingredientes y lo suficientemente grueso como para mojarlo en sopas y salsas sin deshacerse.
Manteca
Cuando se trata de lograr una corteza dorada perfecta y un sabor intenso, la mantequilla es tu mejor amiga. Usa mantequilla sin sal para obtener un sabor más suave, lo que te permitirá controlar el nivel de sal en tu plato. La margarina es una alternativa, pero no brindará la misma profundidad de sabor que la mantequilla. Para darle un toque adicional, considera usar una mantequilla con infusión de ajo o agregar algunas hierbas como perejil u orégano a la mantequilla derretida para darle más sabor.