Precalentar el horno: Comienza precalentando el horno a 180°C para que esté listo cuando coloques la masa.
Preparar el molde: Engrasa y enharina un molde redondo de unos 24 cm de diámetro para evitar que el bizcochuelo se pegue.
Batir los huevos con azúcar: En un bol grande, bate los huevos junto con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva clara y espumosa. Esto puede tardar unos 5-7 minutos si lo haces con una batidora eléctrica.
Añadir la esencia de vainilla: Incorpora la esencia de vainilla y sigue batiendo para que se distribuya bien.
Tamizar la harina y el polvo de hornear: Añade la harina tamizada con el polvo para hornear poco a poco a la mezcla de huevos y azúcar, utilizando una espátula o batidor manual con movimientos envolventes para no perder aire en la masa.
Verter en el molde: Vierte la masa en el molde previamente preparado y alísala con una espátula para que quede uniforme.
Hornear: Lleva el bizcochuelo al horno durante unos 30-35 minutos o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio. No abras el horno durante los primeros 20 minutos para que no pierda volumen.
Dejar enfriar: Una vez horneado, retira el bizcochuelo del horno y deja que se enfríe completamente antes de desmoldarlo.
Cortar y rellenar: Una vez frío, corta el bizcochuelo por la mitad horizontalmente con un cuchillo de sierra. Rellena generosamente con el dulce de leche repostero y coloca la otra mitad del bizcocho encima.

Bizcochuelo Relleno con Dulce de Leche: Un Clásico Inolvidable
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