A su vez, se debe escaldar las verduras para no perder sus nutrientes y evitar que éstas se contaminen. Escaldar las verduras quiere decir que mantengan su color natural como así también sus texturas para evitar malos olores, sabores o colores no deseados. Inclusive, permite que la calidad higiénica sea elevada, impide los microorganismos y elimina el oxígeno que queda en los tejidos (esto que lo que genera la oxidación cuando se almacena).
- Escalar las verduras
Una vez que las verduras estén limpias y troceadas, se deben sumergir en agua hirviendo entre 1 a 3 minutos (si es verdura blanda es menos tiempo que una más dura) y luego se debe sumergir, de manera inmediata, en agua muy fría para cortar el hervor.
Se debe repetir la acción con cada verdura que se haga, no sirve utilizar siempre la misma agua ni utilizar cubos de hielo. Luego, se deben secar con papel de cocina para luego envasarse. Es importante que se sequen ya que, si se congelan húmedas, el efecto del freezer las quemará.
Cuando una verdura se retira del freezer o congelador, es importante que sea cocinada porque, si bien se hacen los pasos de manera correcta, es necesario darle una cocción previa para poder eliminar el frio y consumirlo como si fuese recién comprado.
Es importante que las verduras que se congelen se encuentren en buen estado. Las verduras golpeadas o que tengas pasos en mal estado, afectarán a todo el alimento.
- El envasado
Se recomienda que se envase al vacío ya que no deja ningún tipo de aire dentro de la bolsa, así el alimento no se oxida. Las bolsas herméticas son ideales.
También, los recipientes con cierres herméticos sirven mucho, deben de estar limpios y secos. Debe de haber un margen de espacio entre la verdura y la tapa ya que, a veces, las verduras aumentan su tamaño al congelarse.
El papel film es el menos recomendable, se puede utilizar pero por menos tiempo y se debe usar una cantidad bastante generosa para sellar bien todo.
