Cierre bien el frasco y guárdelo en el refrigerador.
El ajo se mantendrá fresco, sabroso y listo para usar hasta por un año.
Por qué funciona este método:
Barrera de aceite: el aceite de oliva evita la exposición al aire, lo que retrasa el deterioro.
Almacenamiento en frío: la refrigeración mantiene el ajo fresco e inhibe el crecimiento de moho.
Nota de seguridad importante:
Evite el botulismo: el ajo almacenado en aceite puede representar un riesgo de botulismo si no se refrigera. Guarde siempre el frasco en el refrigerador y úselo dentro de un año.
Revíselo con regularidad: deséchelo si nota algún olor extraño o decoloración.
Otros consejos para el almacenamiento a largo plazo del ajo:
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